El juicio a los Jemeres Rojos sigue su curso y siguen saliendo ciertas informaciones bastante interesantes para conocer un poco más de cerca todo lo relacionado a estos delincuentes. Hoy le ha tocado el turno de declarar al jefe torturador, que sólo el nombre ya da bastante miedo. Este personaje ha declarado que ordenó matar a miles de personas, inocentes por supuesto. El tal Duch parece ahora una buena persona, intentando dar a conocer todos los detalles, diciendo además que nunca mató a nadie.
Es lamentable que diga que nunca mató a nadie, ya que el mandar a matar y torturar a personas, lo hace asesino igualmente. Tiene a sus espaldas miles y miles de personas torturadas, que fueron culpables simplemente de vivir en el lugar y en el momento equivocado y de encontrarse con Duch, uno de los más despiadados torturadores de aquella época, que no tuvo ningún reparo en ordenar torturar y matar a tantas personas.
Se hace complicado pensar lo que pudieron pasar todas estas personas, que murieron pero antes fueron torturadas, por lo que sufrieron un doble castigo en sus pobres vidas. Ver la cara de este Duch es terrible, porque todavía guarda ese rostro malvado que tenía cuando eran joven. Ahora no es más que un pobre anciano que quiere evitar pasar todo lo que le queda de vida en prisión, que será lo más probable.