En Camboya están indignados por la condena que tendrá que cumplir uno de los hombres fuertes de Pol Pot. Se trata de la condena de Duch, uno de los torturadores más famosos de los Jemeres Rojos y que tan sólo tendrá que pagar con 35 años de su vida, unos 35 años de los que se podrá descontar una serie de años por estar retenido durante algunos años de manera ilegal. Es cuanto menos una decisión bastante lamentable, porque son muy pocos años los de la condena.

De todos modos este personaje torturador no saldrá de la cárcel, sobre todo porque es un torturador ya anciano y le queda poco tiempo de vida. Los camboyanos están indignados con la pobre condena a la que se enfrenta esta persona, sobre todo teniendo en cuenta que fue el que encargó nada menos que 15.000 torturas a las diferentes personas a las que interrogaba. En realidad sale barato torturar a las personas inocentes y es una cantidad ridículas la condena, algo que todavía no entiende el pueblo camboyano, que esperaba una sentencia ejemplar.

Duch tendrá mucha suerte al no existir en este país el “ojo por ojo”, porque de lo contrario se enfrentaría a un castigo más duro e incluso más justo, porque nadie puede ya recuperar las vidas que este ser “humano” arrebató hace unos años y también el sufrimiento por el que hizo pasar a muchas otras personas. Al menos pasará el resto de su vida en la cárcel, aunque con una condena bastante corta.

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